"Ustedes son testigo que amo lo que hago y que me disfruto cada día, cada ropa, cada entrevista, viaje y hasta pelea como si fuera la última. Claro está todo tiene su precio en ésta vida y en el mundo en el cual me muevo las criticas, empezando por las mías no se hacen esperar. Comenzando por mi madre que es mi mejor y peor critico, pasando por mis amigas, productoras, vecinas, fans y terminando en mi hermana que no tiene compasión para decirme en mi carita lo que le gusta y lo que odia, debo estar preparada para que me digan “ese vestido está divino, éste traje no te favorece, estas más flaca, no utilices líneas al final de la cadera, te quedan hermosos lo colores vivos, no muestres tanto, dónde está el escote y pare usted de contar”. El caso es que definitivamente una no puede complacer a todos. No se pueden complacer peticiones y mucho menos dejar de sentirse segura porque alguien le encuentre un “pero” o defecto a tu atuendo del día. Un día en mi vida empieza siempre con el “qué me pondré hoy ?” y aunque en la mayoría de los días ya tengo todo por agenda, siempre termino utilizando lo que me iba a poner un lunes un jueves por ejemplo y viceversa.
El tema del vestuario cuando una trabaja en la televisión se convierte depende del cómo te lo tomes en un dolor de cabeza, en un sueño o incluso en un reto. Al principio era un medio dolor de cabeza porque quería encantarle a todos, luego decidí escuchar a una sola persona y no a las 30 que opinaban, después me la fui tomando con soda y ya hoy siento que estoy en una pasarela en donde nunca nos pondremos de acuerdo .Es más el hecho de utilizar un vestido diferente cada día de mi vida me hace sentir como modelo. Me parece divertido poder vestir a diario diseños, marcas y propuestas que me permiten saber cuál quisiera realmente tener en mi closet sin mucha complicación. Y aunque es cierto que nos somos monedita de oro para ser bien vistos por todos, el hecho que me destruyan con las criticas o me halaguen me gusta como buena egocéntrica sagitariana, pues eso demuestra que les importa y desapercibida jamás.
Obviamente debo confesarles que muchos de los vestidos que uso a diario me encantan en un 90%, pero hay otros que me los pongo para no quedar mal con quien me los ofrece. Otro detalle interesante del tema del vestuario es que hay días que veo un vestido y de jejos me parece horrible o poco llamativo, pero al verlo puesto me quedo con la boca cerrada por resulta divino. Igualmente me ha sucedido que tengo muchas expectativas con un modelito y resulta que al lucirlo no era lo que me esperaba. Sin duda alguna el tema de las expectativas siempre es un problema porque como dicen por allí “quien espera lo mucho espera lo poco” o algo así. Y ni hablar de los colores, como bien hemos escuchado desde que Dios anda en pañales “para gustos hay colores o sobre gustos, colores cada persona es un mundo”.
El verde es mi favorito, pero el naranja es un color clave siempre que visto naranja en un éxito. En primer lugar es el color favorito de mi madre y a su vez sé que me luce, me hace ver alegre, segura y según los expertos es un color que da buena vibra. Otro de mis colores favoritos son el turquesa, es llamativo, pero sutil, me da confianza al igual que el morado que es como siempre el indicado. Reconozco que los estampados no son fáciles. Hay vestidos que se ven maravillosos con sus pintas, pero te pueden resaltar defectos que quieres tapar.
Debo incluso certificarles que la chica que elige mi vestuario diariamente ya me conoce tanto que siempre sabe que ofrecerme. Y aunque obvio hay diferencias porque yo tengo una idea y ella sabe qué me queda mejor siempre nos ponemos de acuerdo. Al final del día como dice mi jefa: “Si te sientes bien de esa manera y me dices que irías a una fiesta vestida y peinada así quédate con eso, pero si por el contrario me dices que no VE Y CAMBIATE”. Así es mi gente que si un día no les gusta algunos de mis trapitos (como los llamo por cariño) lo siento, se aceptan sugerencias, pero si por el contrario les gusta que bueno poder llenar esa expectativa. Además recuerden que no es lo que te pongas, sino como te sientas y con la confianza que lo lleves como diría LadyGaga."
En realidad no me gusta como te quedan esos vestidos. Una cosa es verse sexy Y otra muy distinto verse vulgar. Si t gusta tanto usar ese tipo de ropa deberías bajar de peso, sobretodo esas horrorosas caderas. He visto fotos tuyas no se de cuantos años atrás, en donde se te veía mejor. Toma este comentario como constructivo, pues no es otra mi intención.
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